Conocimiento de Si Mismo (79) Capítulo XXIV: Las 8 subdivisiones de la técnica yóguica (2)

Otra gran ventaja de hacer lo justo automáticamente y sin vacilar es que empezamos a notar los aspectos más sutiles de nuestras tendencias malas. Esto ocurre porque la purificación gradual de la mente y las emociones permite que la luz de Buddhi se infiltre con más facilidad a través de la mente, lo cual nos deja ver las cosas con más claridad y mayor discernimiento. Y así nos viene naturalmente y en forma más efectiva la recta percepción de nuestra verdadera naturaleza que nos ayuda a desarraigar hasta las formas más sutiles de tendencias malas que no habíamos notado antes en nosotros.

Al considerar de un modo superficial las cinco Restricciones enumeradas, parecerá que no representan un código de conducta moral muy alto; que cosas como no mentir ni hurtar no son normas de moral muy altas. Pero es que Patanjali muestra de propósito las formas más crudas de las tendencias malas, para que todos podamos verlas y si somos sinceros tratemos de corregirlas. Al corregir las formas crudas nos damos cuenta de las formas más sutiles que luego podremos corregir también. No hay otro medio. Que hay que desarraigar hasta las formas más sutiles y desarrollar las cualidades al grado máximo, se ve claro en los diez Aforismos subsiguientes que describen los resultados de desarrollar hasta el más alto grado de perfección estas cualidades enumeradas en Yama y Niyama. Vemos en esos Aforismos no sólo el límite hasta donde debemos llegar en el desarrollo de estas virtudes, sino también las potencialidades maravillosas que yacen ocultas en estas cosas comunes.

Un estudio cuidadoso de este asunto le ayudará al lector a darse cuenta de las muchas potencialidades que se ocultan en la rectitud y lo que puede lograrse por el hábito simple pero invariable de hacer lo justo en todas las circunstancias y a cualquier costo. Esta gran proeza de convertirse en un Dharma-Nista o sea uno que ha quedado establecido en la justicia, no sólo es necesaria para llevar la vida Yóguica sino que constituye esa misma vida y hace extraordinariamente fácil y segura la práctica de la Yoga superior. Esta justicia o rectitud es lo que desarrolla la iluminación espiritual que equivale a la Luz del Sendero a que se refiere el Aforismo 11-28.

Hay otros Aforismos referentes a Yama y Niyama, pero no es necesario tratarlos aquí. Sin embargo, uno de ellos es de gran importancia práctica y podemos considerarlo. Es el 11-33 que dice:

Cuando la mente es perturbada por pensamientos impropios, reflexionar constantemente sobre los opuestos.

La tarea de transmutar la naturaleza inferior, no es fácil. La dificultad principal consiste en que las tendencias indeseables persisten en molestarnos a pesar de nuestro idealismo y de nuestra determinación a extirparlas. ¿Qué hacer? ¿Cuál es el mejor método para encarar una tendencia indeseable? Lo primero que tenemos que recordar es que todas esas tendencias tienen sus raíces en la mente, incluso aquellas que son puramente físicas en su expresión.

Toda acción es siempre precedida por un pensamiento que está presente en la mente consciente o en la inconsciente. Deliberadamente digo ‘inconsciente’ y no ‘subconsciente’ porque el poder que motiva las buenas acciones viene de las regiones más elevadas de la mente. Por tanto es evidente que para erradicar esas tendencias tenemos que entrar al campo de la mente y tratar de neutralizarlas allí, en vez de limitarnos a luchar por evitar que se expresen externamente. Lo que este Aforismo aconseja es esa neutralización de las tendencias indeseables en su misma fuente mental.

Pero ¿qué significa reflexionar constantemente sobre los opuestos? No significa simplemente pensar un pensamiento de índole opuesta, sin considerar cuidadosamente un punto de mira contrario. Si uno odia a alguien, tratar de pensar en sus buenos rasgos, en sus buenos puntos de vista sobre diferentes cuestiones y en las dificultades que puede estar encarando. Si uno tiende a ceder a ciertas tentaciones, pensar en el precio que tendrá que pagar en sufrimientos. Reflexionar así no es una mera repetición mecánica de pensamientos, sino un análisis realmente sincero e inteligente de nuestros hábitos y actitudes. Y esto debe hacerse no cuando la tendencia está a punto de expresarse, sino cuando la mente está tranquila y puede reflexionar fríamente sobre el punto de vista opuesto. En el momento mismo de la expresión, el único método eficaz y seguro es detener la expresión, sin pensar, sino porque es lo correcto y hemos decidido hacer siempre lo justo. Pasemos ahora a la siguiente técnica Yóguica o sea Postura. 

Quizá de todas las prácticas Yóguicas la más conocida por un mayor número de personas es 
la de Asana o postura. De hecho mucha gente piensa que Yoga no es nada más que Asanas u otras actividades físicas asociadas que se pueden adoptar para mejorar la salud. Pocos conocen el papel esencial que Asana desempeña en la vida Yóguica. No es otro que el de eliminar las perturbaciones que el cuerpo físico produce en la mente. Mente y cuerpo están interrelacionados, y las actividades y movimientos irregulares del cuerpo producen constantes perturbaciones en la mente. Las cuales hay que eliminar antes de poder practicar el proceso triple de Meditación. Para eso se inmoviliza el cuerpo en una postura y se le mantiene así por largos períodos. Se ha visto que como resultado de esto el cuerpo se hace insensible a los cambios externos del ambiente, calor, frío, etc. (que se llaman ‘los pares de opuestos’), y entonces no producen perturbaciones en la mente originadas por tales cambios. Esto prepara el cuerpo también para las dos prácticas de PranayamaPratyahara.

Pranayama también es muy mal entendida, especialmente en Occidente, donde se la equipara con ejercicios respiratorios para mejorar la salud del cuerpo. Correctamente practicado, Pranayama sí mejora la salud, gracias a la mayor inhalación de oxígeno en algunas de sus prácticas, y también a sus efectos benéficos sobre el sistema nervioso. Pero no es ese su propósito en la Yoga real. Su verdadero propósito es adquirir control completo y consciente sobre las corrientes Pránicas en el doble-etérico, y así poder dirigirlas a donde sea necesario. Esto se logra solamente por la detención completa del aliento por grados lentos. Cuando se han dominado las corrientes Pránicas se pueden usar para conectar la conciencia del plano físico con la de los cuerpos emocional y mental por medio de Kundalini. Ahí entra lo peligroso de Pranayama y por eso es que nunca debiera practicarse sin la guía de un instructor competente y con la preparación previa adecuada.

También se usa Pranayama para preparar la mente para la práctica de la concentración. Por lo general se ignora que Prana es el eslabón entre un vehículo y la mente que funciona por medio de ese vehículo. A través de Prana la mente opera sobre un vehículo y el vehículo afecta a la mente. De suerte que si podemos controlar a Prana podemos eliminar toda clase de perturbaciones que el vehículo pueda producir en la mente.

El enlace al libro, por si prefieres leerlo a tu ritmo:





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