Conocimiento de Si Mismo (75) Capítulo XXIII: Preparación para la Yoga 2
Anotemos unos pocos puntos de interés general para el aspirante. El primero es que todos estos tres tipos de actividad constituyen un comienzo real en la vida yóguica, y según como los practique el aspirante será la rapidez de su paso a una etapa más avanzada. Si acomete con energía y seriedad los problemas relacionados con estas actividades, puede en corto tiempo adquirir dominio sobre su naturaleza inferior y cierta concentración de propósito que lo hará apto para emprender prácticas de Yoga más avanzadas. Estas tres prácticas, cuyos nombres sánscritos son Tapas, Svadhyaya e Isvara-pranidhana, parecen misteriosas, pero no hay ningún misterio en ellas.
Tapas se traduce generalmente como austeridad, pero esto da una impresión falsa. Esta palabra se deriva del sánscrito tap que significa calentar a alta temperatura. Si calentamos oro impuro a una alta temperatura, todas sus impurezas se queman y sólo queda el metal puro sin mezclas. Esta es la idea esencial de Tapas. Significa en general disciplinar nuestra naturaleza inferior con el fin de purificarla quitándole toda la escoria de flaquezas e impurezas, de suerte que nuestro cuerpo y mente se vuelvan puros y obedientes a nuestra voluntad y puedan servir como instrumento eficientes al Yo Superior. Tapas es, pues, transmutar la naturaleza inferior en la superior por un proceso de auto-disciplina. Se pueden usar austeridades de diversas clases, y debieran usarse si es absolutamente necesario, pero no son parte esencial del proceso. La purificación y el control pueden lograrse por métodos más inteligentes y eficaces que los de observar rígidos votos y someter el cuerpo a torturas e incomodidades innecesarias. Cada aspirante debe usar inteligentemente su propio método individual.
Svadhyaya es el estudio intensivo de los problemas más profundos de la vida para adquirir una idea correcta y global de todos los problemas que implica la práctica de Yoga y los métodos para resolver esos problemas. Pero este estudio tenemos que hacerlo nosotros mismos, para así desarrollar gradualmente la capacidad de extraer de dentro todo conocimiento y no tener que depender de ayudas externas. Ha de ser estudio a un nivel más hondo. Y no ha de consistir meramente en acopiar información de segunda mano, de libros, etc. El propósito principal de Svadhyaya es abrir los cerrojos del conocimiento real que está dentro de nosotros, para poder extraer de allí ese conocimiento cuando lo necesitemos. Tendemos a olvidar que todo conocimiento está realmente dentro de nosotros gracias a nuestra unión con la Mente Universal, y que es posible extraerlo, al menos en cierta medida, abriendo el pasaje entre la mente inferior y la Superior.
No me estoy refiriendo al conocimiento de las realidades que se adquiere por los procesos superiores de Samadhi, sino al conocimiento intelectual ordinario que está presente en el Ego o Individualidad que opera por medio del cuerpo Causal, y el cual podemos extraerlo cuando la mente inferior está purificada y a tono con el Yo Superior. Este conocimiento es mucho más importante que el conocimiento ordinario de segunda mano derivado de la lectura, observación, etc., porque viene de una fuente más alta y está libre de los errores e incertidumbres y distorsiones que caracterizan al conocimiento indirecto derivado de fuentes externas por la mente concreta. Todos aquellos métodos y prácticas tales como la reflexión, la meditación, etc., cuyo efecto es abrir el canal entre la Mente Superior y la inferior, caen dentro de Svadhyaya. Y el aspirante debiera emplearlos crecientemente a medida del aumento de sus capacidades y su interés.
Con respecto a Isvara-pranidhana, que generalmente se traduce como ‘entrega a Dios’, es realmente un aspecto de devoción y un método para desarrollarla. En el Capítulo V hemos estudiado el desarrollo de la devoción o amor a Dios, y hemos podido obtener no sólo cierta idea de la meta del Sendero de la Devoción y la naturaleza de ésta, sino también de los métodos para desarrollar este aspecto de nuestra naturaleza. No hay sino que utilizar seria y perseverantemente este conocimiento, para que produzca resultados. Pero requiere práctica, sinceridad, y una inquebrantable determinación a triunfar. Pues la devoción no aflora fácilmente. Se nos pone a prueba hasta el extremo límite, y esto puede que nos lance a la desesperación una y otra vez. Pero cuando aflora transforma nuestra vida, nos llena de gozo y exaltación hasta tal punto que sentimos que los sacrificios y esfuerzos y penas por las que hemos pasado no son nada en comparación con la bendición que hemos recibido y la gracia de Dios que ha descendido sobre nosotros, Vemos, pues, que este Aforismo tan conciso tiene un amplio alcance y nos da un método muy eficaz para prepararnos a las etapas más altas de la vida yóguica. Prácticamente cubre todos los aspectos de nuestra naturaleza. Si se siguen con sinceridad y cuidado y entusiasmo los métodos que indica, no sólo se transformarán nuestros cuerpos inferiores en un instrumento adecuado del Yo Superior, sino también se abrirán nuevas perspectivas y se despertarán energías y potencialidades cuya existencia dentro de nosotros apenas presentimos. La vida se transformará inmediatamente para nosotros. Y entonces dejaremos de dudar de la posibilidad de practicar Samadhi y de si somos capaces de desarrollar devoción hasta el punto de alcanzar cierto grado de unión con el Objeto de nuestro amor.
Volviendo al ejemplo del estudiante que está resucito a convertirse en un gran matemático; gracias a que empieza a hacer operaciones aritméticas se interesa en las matemáticas y deja de afanarse por el cálculo diferencial que aprenderá más adelante, a su debida hora. Aunque mantiene en su mente la meta final, no desperdicia su tiempo y energías en pensar en cosas que no le conciernen por el momento. El trabajo en que está ocupado es tan absorbente e interesante, que le basta por ahora.
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