Conocimiento de Si Mismo (41) Capítulo XIV: Intelecto e Intuición -2-

Los problemas del descubrimiento de sí mismo y de la realización de la Fraternidad Universal son, por tanto, un solo problema y no dos. Las formas corrientes de fraternidad, basadas en un ideal intelectual o en intereses y hasta sentimientos personales, pueden corromperse fácilmente. Si tu hermano no hace lo que tú quieres, o te hace daño, empiezas a odiarlo y hasta a querer destruirlo. Lo cual no ocurre cuando hay verdadera fraternidad basada en la percepción Intuitiva de nuestro común origen y de la Vida Una que todos compartimos.

El hecho de que la Intuición tiene que ver con las relaciones, se observa también en su función perceptiva que es una de sus principales funciones según la psicología Yogui. ¿Qué es percepción? es lo que relaciona al perceptor con lo percibido, o al sujeto con el objeto. Cuando desaparece la relación sujeto como pasa en Samadhi, todos tres (el perceptor, lo percibido y la percepción) se funden en un solo estado integrado de conciencia, y eso significa la percepción cabal de la realidad del objeto por el sujeto.

Pasen a otra función de la Intuición, de gran importancia para el aspirante que acaba de poner sus pies en el Sendero. Puede llamársele discernimiento. La capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo y hacer lo bueno a toda costa, debe adquirirse en una etapa temprana si hemos de hollar a salvo el Sendero. La purificación y el sosiego de la mente, tan necesaria para que la luz de la Intuición resplandezca a través de la mente, dependen en gran medida del grado en que la justicia gobierne nuestra vida. Por justicia no quiero decir  que sigamos un código particular de conducta basado en una religión o ideología, sino aquel hábito constante de hacer naturalmente y sin lucha o esfuerzo lo que consideramos que es justo hacer. El bien y el mal son relativos, y lo que estimamos bueno puede no serlo en otras circunstancias; pero la pureza de intención produce dos resultados directos. El uno es que nos libra del conflicto interno que atormenta la vida de todos los inescrupulosos y les produce un estado mental enfermizo. El otro es que purifica por grados la mente y permite que la luz de la Intuición la ilumine más y más. Una de las consecuencias más indeseables de hacer compromisos con el mal es que muy pronto nos envuelve en un círculo vicioso del cual es muy difícil salirse. Los actos, pensamientos y emociones impuros, anublan más y más la Intuición, lo cual va disminuyendo nuestra capacidad de ver si cierto acto es bueno o malo, y nos enreda más en lo malo. Esto es lo que les sucede a personas normales que gradualmente se deslizan a una vida mala y ni siquiera se dan cuenta de que están haciendo cosas impropias: su función Intuicional de discernir se ha apagado e interrumpido.

Así como el mal obrar nos envuelve en un círculo vicioso, también podemos establecer un ‘círculo virtuoso’, si se me permite la expresión, por medio del buen obrar. Cada vez que hacemos lo que consideramos justo, sin parar mientes en las consecuencias que puedan sobrevenimos, purificamos nuestra mente en cierto grado, y la luz de la Intuición resplandece por medio de ella un poco más brillantemente. Esto aumenta el Discernimiento y pari passu nuestra capacidad de ver lo justo y la voluntad de obrar con justicia. Lo cual no sólo nos libra finalmente de toda tendencia a obrar mal sino que también nos capacita para conocer casi instantáneamente lo que es justo hacer en cada situación. Para vivir en toda justicia no puede haber reglas estrictas que deban seguirse mecánicamente, pues cada situación en la vida es nueva y requiere discernimiento y recta acción. Lo único que nos capacitará para saber inequívocamente el camino recto en cualesquiera circunstancias, y que nos dará la voluntad para seguir ese camino, es una mente purificada por cuyo medio brille sin titilar y sin obstáculos la luz de la Intuición. Buddhi nos permite discernir entre lo bueno y lo malo en toda situación, porque percibe las relaciones.

Hemos visto algunas de las importantes funciones de la Intuición y estamos así en condición de considerar brevemente unos pocos hechos que muestran la diferencia entre el conocimiento que es producto del intelecto, y la sabiduría resultante de que el intelecto sea iluminado por la luz de Buddhi.

Lo primero que observamos a este respecto es que puede haber un abismo infranqueable entre lo que se profesa y lo que se practica, cuando se trata del conocimiento intelectual, pero que no es posible tal abismo cuando hay sabiduría. Un mero intelectual, cuyo saber se basa únicamente en el intelecto, puede hablar y escribir con brillo sobre las más altas doctrinas de religión, filosofía y ética; pero es posible que su vida sea una negación total de todas esas cosas que profesa. Pero eso no puede ocurrir en el caso de un hombre que haya realizado directamente esas verdades por percepción Intuitiva, por que él sabe que son correctas esas verdades pertenecientes a la vida interna. El que sabe que Adharma o injusticia, produce sufrimiento o desmoralización, evita toda injusticia, como el hombre corriente evita el veneno porque sabe que es letal.

Cuando la sabiduría indica un curso de acción, lo seguimos invariablemente y sin vacilar ni dolor, aunque ello nos produzca pérdida o incomodidad o dolor, porque tenemos la certeza absoluta de que lo justo ha de redundar en bien a la larga. Esta manera diferente de convertir en actos el conocimiento ordinario o la sabiduría, se deriva de la naturaleza misma de la facultad Intuitiva. En el plano Búddhico la percepción y la acción son inseparables. La duda y la incertidumbre que retardan la acción, no existen en ese plano donde todo es axiomático. En el caso de las actividades puramente intelectuales, la duda enloquece y puede impedir que la decisión justa se convierta en acción recta. Cada vez que no podemos traducir en actos lo que queremos hacer, es porque hay alguna duda oculta en nuestra mente, aunque no nos demos cuenta de ella. No es que nos falte el poder de la voluntad, sino que nos falta la percepción justa y clara. No necesitamos mucho poder volitivo para abstenemos de tomar algo que sabemos que es ponzoñoso.

Los medios de adquirir conocimiento y sabiduría, también difieren según se trate de uno u otra. Como el conocimiento se compone de partes, es como un edificio que hay que construir ladrillo por ladrillo, o como un cuadro que hay que pintar trazo por trazo con el pincel. Y eso requiere tiempo y energía. Pero como la sabiduría no es un compuesto sino consiste en ver las relaciones y la significación de los hechos que el intelecto conoce, no hay ya nada que construir, sino que es cuestión de aumentar el poder penetrante de la percepción para ver más profundamente en las cosas. Cuando más penetrante sea la percepción, más profunda será la sabiduría. Un penetrante resplandor de percepción Intuitiva puede cambiar completamente la vida de un hombre y hacerlo ver las realidades de la vida de una manera que no alcanzaría ni dedicando muchas vidas al estudio intelectual de los problemas más hondos. Un relámpago puede revelar un paisaje de un modo que no es posible si lo exploramos con una linterna en una noche obscura. Lo primero es instantáneo, integrado correcto en perspectiva, mientras lo segundo es a retazos y fuera de perspectiva. No sólo varían en el tiempo que toman sino también en su índole esencial. El conocimiento se adquiere por lectura de libros, por participar en discusiones o escuchar conferencias; todo eso provee la materia prima necesaria para el edificio del conocimiento. Y esa materia prima hay que arreglarla bien; hay que llenar vacíos; hay que clarificar ideas; hay que fortalecer puntos débiles. En cambio, para adquirir sabiduría no tenemos sino que aumentar la claridad de nuestra visión retirando las impurezas y distorsiones y complejos que estén presentes en la mente, y evitar modos falsos de expresarnos en acción. Tenemos que penetrar hacia adentro, percibir a un nivel más hondo, elevarnos a un nivel superior de conciencia, y despejar la comunicación entre lo espiritual y lo mental.

Lo antedicho sobre el conocimiento y la sabiduría le permitirá al aspirante aclarar sus ideas sobre lo que tiene que procurar; decidir hasta qué punto puede confiar en empeños simplemente intelectuales y dedicarse a ellos, o adoptar los medios rectos para desarrollar sabiduría; y, por último, probar hasta qué punto su conocimiento es intelectual o intuitivo. Para discernir entre los dos puede aplicar unas pocas pruebas objetivas simples, y así juzgar la condición general de su mente, como sigue:

(1) ¿Vacila o no se siente inclinado a convertir en actos sus decisiones justas o las conclusiones a que haya llegado estudiadamente?
(2) ¿Sus decisiones justas van seguidas de actos, en forma natural, sin esfuerzo y sin resistencia de su mente inferior?
(3) ¿Cambian constantemente sus conclusiones y convicciones, y son unas veces precisas y definidas, y otras revueltas y llenas de dudas?
(4) ¿Tiene que modificar o renovar constantemente sus conclusiones a la luz de nuevos hechos que va descubriendo?
(5) ¿Nuevos hechos y experiencias le aclaran y le hacen más vívida y definida la estructura básica de sus conocimientos, o tiene que modificarla constantemente cada vez que encuentra un nuevo juego de hechos o experiencias?
(6) ¿Tiene que acudir constantemente a otras personas en busca de consejo cuando se encuentra en dificultades y no puede resolver qué camino seguir bajo las circunstancias?
(7) ¿Vive en un estado mental habitualmente agitado e infeliz fuera de armonía y de tono con todo y con todos?

La respuesta a estas preguntas le dará alguna idea sobre hasta qué punto su mente está lista a recibir la iluminación de la Intuición.

Por todo lo expuesto se verá que comprender con claridad la diferencia entre intelecto e Intuición no es simplemente un problema teórico de psicología, sino que afecta íntimamente nuestra vida de diversas maneras. De la comprensión correcta de esta diferencia depende nuestro sentido de valores en la vida y nuestra habilidad para organizar con eficacia nuestros esfuerzos por descubrir nuestro verdadero Ser.




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