Conocimiento de Sí Mismo (39) Capítulo XIII: Desarrollo de Buddhi - 3
Ninguna exposición de los métodos que se usan para el desarrollo de la conciencia Búddhica puede ser completa sin una referencia al Gayatri, cuya repetición es parte esencial de la práctica religiosa diaria de los Indúes. Es cierto que el modo como se repite diariamente este mantra por miles de Indúes ortodoxos (sin comprender su significación y sin parar miente en otros aspectos de Sadhana no produce resultados apreciables. Pero aun así no cabe duda de que es uno de los medios más potentes y eficaces que se han inventado hasta ahora para desarrollar la conciencia Búddhica, siempre que se ejecute de modo correcto y bajo condiciones buenas. Esto debe considerarse como cualquier experimento científico en que es necesario proveer las condiciones justas para obtener los resultados que se desean. No es posible discutir aquí cuáles son esas condiciones, pero sí conviene decir unas pocas palabras acerca de la exposición razonada de esta práctica religiosa prescrita por los antiguos Rishis para mantenerse a tono con nuestra naturaleza superior.
Hay dos factores importantes en la repetición del Gayatri; uno puramente mecánico, y otro relacionado con la conciencia. Al anhelar intensa y realmente la luz que sólo puede venir de adentro, producimos en nuestra aura una tensión peculiar que abre un pasaje para el descenso de fuerza de los planos superiores. Como cuestión de experimento científico, sabemos que si tenemos una vasija cerrada con dos aberturas y empezamos a vaciar la vasija removiendo el aire a través de una de las aberturas, el aire busca entrada por la otra abertura para llenar el espacio vacío. De modo similar, cuando anhelamos intensa y sinceramente la Luz de nuestro Yo Superior, y nos vaciamos de nuestros pensamientos y deseos personales, el Yo Superior responde inmediatamente y la Luz de Buddhi tiende inmediata y casi mecánicamente a iluminar nuestra personalidad. La respuesta es automática. Pero claro que el anhelo debe ser real, debe venir del corazón, y no ha de ser meramente la repetición de una fórmula o de una serie de pensamientos. Pues bien, en Gayatri, si examinamos bien el significado de este mantra, hay una plegaria dirigida a la Deidad Solar, a la Conciencia Universal que es la base del sistema Solar, para que nos dé más Luz: la Luz de Buddhi. Y si se repite constantemente esta plegaria, con sinceridad, poniéndose en armonía con la idea subyacente, entonces se extrae de los planos superiores la fuerza correspondiente, el cuerpo Intuicional resplandece con más brillo, y esta acrecentada vida en el plano Búddhico se refleja en la región de la personalidad como mayor luz de conocimientos y una actitud más espiritual.
El otro efecto de la repetición del Gayatri es de índole mecánica y depende de la potencia que tiene todo mantra verdadero. El efecto que produce un mantra consiste en que todo este Universo manifestado está basado en vibraciones de diversas clases; seleccionando, pues, vibraciones de índole apropiada, y combinándolas científicamente, puede producirse resultados en los mundos externos e internos. Los Rishis de antaño investigaron muy detenidamente esta cuestión, y prepararon una cantidad de combinaciones de sonidos y pensamientos para producir ciertos resultados específicos. Estas combinaciones se incorporaron en mantras y se considera que Gayatri es uno de los más importantes pues fue preparado específicamente para el desenvolvimiento de la conciencia Intuicional. Actúa no sólo energizando el vehículo Búddhico mismo, sino también armonizando los vehículos inferiores y sintonizándolos con los superiores, de modo que las fuerzas de los planos superiores puedan pasar libremente por los planos intermedios y llegar hasta nuestra conciencia física. Sea cual sea el modus operandi de este mantra, son sanos e importantes sus efectos en el desarrollo de la conciencia superior, siempre que, claro esta, se llenen todas las demás condiciones necesarias.
Todas estas líneas de desarrollo convergen y llevan finalmente a la práctica de la Yoga, y no pueden alcanzarse las etapas más avanzadas de conciencias Intuicional sin pasar por los intensos ejercicios mentales y autodisciplina implicados por la práctica Yóguica. Sólo es posible el funcionamiento pleno y consciente del vehículo Búddhico cuando se han trascendido por completo la mente y las emociones, y el individuo puede elevarse en Samadhi al plano Intuicional y a otros más elevados. Sólo entonces puede ver la vida como en realidad es, conocer los secretos de su existencia, y realizar aquellas verdades eternas de la vida espiritual que hasta ahora apenas ha sentido que son ciertas, y que con base en su intuición ha dado por sentadas. Cuando haya visto la Visión una vez, aunque de nuevo se haya sumergido en la vida inferior, jamás será completamente dominado por sus ilusiones, sino vivirá constantemente a la luz de la conciencia superior. Al subir gradualmente por la escala de la evolución, esta conciencia trascendente del plano Búddhico se vuelve parte de su conciencia normal, y entonces no desciende a los planos inferiores sino cuando su trabajo requiere su presencia en ellos.
Se comprenderá, pues, que una autodisciplina de tipo correcto es parte necesaria del adiestramiento para desarrollar la conciencia Búddhica. Es cierto que esta conciencia es cuestión de percibir las realidades internas; pero esta percepción no es posible sino por medio de vehículos puros, tranquilos y armonizados Lo cual no se obtiene con solo desearlo, sino por autodisciplina prolongada y rigurosa, que significa traducir nuestros ideales espirituales en recto vivir y recto pensar. Estudiar estas condiciones y cómo producirlas, es parte de la filosofía y técnica de la Yoga que se discutirá brevemente más adelante.
El enlace al libro, por si prefieres leerlo a tu ritmo:
http://www.logiamdblavatsky.com/resources/Taimni_RenovacionDeSiMismo.pdf
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