Conocimiento de sí mismo (11) Cap. III.- Renovación de si mismo - Una Ciencia.

En los capítulos siguientes se hace un intento por tomar uno por uno los diferentes vehículos del hombre, examinar sus funciones respectivas hasta donde podemos entenderlas en los planos inferiores, y luego mostrar los pasos preliminares con los cuales se pueden mejorar estas funciones. Sólo de esta manera es posible tratar sistemáticamente el problema de la renovación de sí mismo.

Pero no sólo hay que intentarlo de un modo sistemático, sino también científico. Lo cual significa dos cosas. Primera, adoptar la actitud científica hacia la totalidad del problema, para lo cual hemos de comprender claramente que al tratar con estos vehículos estamos trabajando dentro de una esfera de leyes naturales tan confiables como las leyes del mundo físico sobre las cuales se ha levantado la estructura conjunta de la Ciencia moderna. Esto hay que recalcarlo porque prevalece generalmente un concepto equivocado acerca de todos los aspectos de la vida distintos al aspecto físico. Tanto el hombre corriente como pensadores avanzados y científicos tienen ideas muy extrañas con respecto a todas las cosas de índole mental o moral. Dan por sentado que en el mundo físico todo ocurre conforme a leyes naturales fijas, pero que en la esfera de nuestra vida mental o moral nada está definido o seguro; muy pocas personas toman en serio las llamadas leyes mentales y morales. Lo cual equivale a suponer que una parte del universo es un cosmos mientras el resto es un caos; pero lo absurdo de esta suposición no lo reconocen generalmente personas que están demasiado embargadas en el mundo físico para poder ver nada más allá.

Hay un criterio para juzgar si nuestra fe en las leyes de la vida interna está firmemente basada: Cuando fracasamos en obtener los resultados que esperamos en cualquier experimento que hagamos respecto a nuestra vida interna, ¿nos deprimimos y dudamos de la validez de esas leyes? ¿O consideramos tal fracaso meramente como una consecuencia de que no hemos provisto todas las condiciones necesarias para el buen éxito del experimento? Muchos de los que emprenden la renovación de sí mismos y empiezan a educar sus pensamientos y emociones, se descorazonan porque no obtienen los resultados que esperan tan rápidamente como quisieran. Y algunos hasta abandonan todo esfuerzo en esa dirección, pensando que no existe nada seguro en este campo. Esa actitud no tiene nada de científica y muestra que no han entendido la base exacta de la Renovación de Sí Mismo.

Una actitud científica hacia estos problemas significa también que no debemos considerar los fenómenos de la vida superior como algo misterioso. Es cierto que tenemos que acercarnos a esas regiones superiores de lo invisible con espíritu de reverencia; pero eso no debe hacernos olvidar que esas regiones están sujetas a leyes naturales propias y que solamente pueden obtenerse los secretos de esas regiones por la experimentación y la recta utilización de las leyes que operan en ellas. Todos los hechos y las leyes que en conjunto constituyen el Ocultismo han sido descubiertos no por algún proceso misterioso, sino por observación y experimentación hechas con la ayuda de facultades y poderes superfísicos. Han sido comprobados repetidas veces por estudiantes y Adeptos del Ocultismo que han hollado este sendero de desenvolvimiento interno y los han encontrado confiables bajo toda, clase de condiciones. Así, cuando un estudiante entra en este vasto y fascinante campo de su naturaleza interna y se dedica a extraer de él toda clase de facultades y capacidades extraordinarias, debe entender que puede lograr todo cuanto quiera siempre que posea la clave del conocimiento y la voluntad de perseverar a despecho de todas las dificultades que le salgan al paso. Pero el mero conocimiento teórico no basta. Ha de experimentar; ha de comprobar las leyes de la vida interna, y ha de elaborar una técnica para aplicarlas eficazmente. Sólo así podrá avanzar firmemente en el conocimiento de su propia naturaleza insondable y del universo en el que vive.

Pero hay algo contra lo cual hemos de estar en guardia. El hecho de que los fenómenos de la mente estén sujetos a leyes naturales, no significa que podemos obtener los resultados con tanta rapidez y de la misma manera que cuando se trata de fenómenos físicos o mecánicos. Los resultados de experimentos mecánicos, físicos o químicos, aparecen inmediatamente porque no envuelven procesos vitales. Cuando se involucran procesos vitales, los fenómenos no sólo son más complicados sino que los resultados no vienen sino después de un tiempo comparativamente mucho más largo. En el caso de fenómenos biológicos los resultados toman mucho más tiempo para aparecer, y no se obtienen con tanta certeza como en los fenómenos mecánicos. Debido a la complejidad del proceso estamos más expuestos a pasar por alto algunos factores; y esto explica las fallas; pero tan pronto como estas fallas se corrigen, los resultados aparecen. Y nadie le niega a la biología su categoría de ciencia porque haya esta incertidumbre y demora; sigue siendo una ciencia, a pesar de ello, porque el resultado obedece a leyes naturales, aunque el proceso sea largo y complejo. De modo similar, cuando se trata de fenómenos mentales y espirituales la demora en obtener un resultado bajo ciertas condiciones no significa que no existen leyes inmutables que operan en esas esferas. Sólo significa que las condiciones son diferentes, más complicadas, y que requieren un ajuste mucho más inteligente de todas las condiciones que aseguran el buen éxito.

Por tanto, no nos imaginemos que por el hecho de que la Renovación de Si Mismo obedezca a leyes naturales, nuestra tarea sea como la de armar un automóvil conforme a un plano y luego manejarlo hacia nuestro destino de una manera rutinaria. El proceso está lleno de dificultades y complicaciones de toda clase que requieren trato cuidadoso y esfuerzos pacientes y prolongados. Pero los resultados se basan en leyes naturales, y por tanto nuestro buen éxito final es seguro. Es en este sentido solamente que la Renovación de Sí Mismo o Yoga es una ciencia.

La meta de la Renovación Propia se indicó ya ampliamente en el capítulo primero. Esencialmente es la de vivir una vida de perfecta libertad en concordancia consciente con el Espíritu divino y ejerciendo con maestría perfecta los poderes y facultades pertenecientes a todos los planos en el cumplimiento de la Voluntad Divina. Pero esta es una meta que el aspirante no puede alcanzar sino tras varias vidas de intenso esfuerzo. Entonces, ¿no tiene nada qué ofrecernos la Renovación de Sí Mismo en el inmediato presente, y hemos de emprender esta larga y ardua tarea meramente con la esperanza de hacernos perfectos e iluminados en alguna vida futura? Sí tiene. Quienes estudien este libro hasta el final verán inmediatamente que aunque sea un pequeño progreso en esta dirección será de gran ventaja para el estudiante y lo librará de la mayoría de las ansiedades y miserias de la vida.

Imagine el lector, por un momento, lo que será su vida si logra adquirir dominio sobre su cuerpo físico y sus emociones y pensamientos, y si es capaz de regular estas actividades de acuerdo con los dictados de su razón y de su juicio más elevado. Imagínese libre de amarres físicos, sin perturbaciones emocionales y sin los afanes y ansiedades de una mente turbada y acosada, llevando una vida perfectamente serena en medio de cualesquiera circunstancias que le toquen, dependiendo de sus propios recursos internos para obtener la fuerza y la dicha que las personas corrientes buscan en vano en el mundo externo. Y en medio de esa vida tranquila y controlada por él mismo, imagínese que lucha con constancia y fervor por su meta final que es la de alcanzar iluminación. Esta es una meta digna de que cualquier hombre o mujer luche por alcanzarla. Y puede alcanzarse en esta misma vida, con tal de acometer con sinceridad y determinación el problema de transformar la vida interna. El tiempo que le tome a un hombre alcanzar la meta final, dependerá naturalmente de los esfuerzos que haya hecho en esta dirección en sus vidas anteriores, y también de su etapa evolutiva y de su karma; pero nada puede impedirle adquirir un estado de equilibrio mental y calma y paz ahora mismo, en esta vida, si se lo propone con suficiente firmeza y fervor.

De suerte, pues, que la Renovación Propia tiene un mensaje de esperanza y de aliento y de vida dichosa, para todos. Y todo el que la acometa con recta sinceridad cosechará beneficios desde el principio mismo. Y aun cuando la muerte le llegue, sabe que ha puesto los cimientos de una vida iluminada y libre; y que ha colocado los pies en la senda que lo lleva hacia su meta, y que en su próxima vida reanudará esa tarea fascinante en el mismo punto en que la interrumpió en ésta.


El enlace al libro, por si prefieres leerlo a tu ritmo:

http://www.logiamdblavatsky.com/resources/Taimni_RenovacionDeSiMismo.pdf





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