"Curso Introductorio a la Teosofía" Tema 13: El Reino Dévico 5 - Otras actividades. La Jerarquía Angélica. Devas especializados.
El trabajo de los devas en general es específico y perfectamente organizado. Dividen el planeta en sectores de los cuales son responsables y a los cuales atienden en orden jerárquico. Devas mayores y menores, asistidos por elementales, atienden todas las necesidades de los diferentes reinos de la vida en evolución, asegurando la supervivencia de las formas y estimulando su crecimiento y mejoramiento. Son, en el más amplio sentido, los constructores y mantenedores del sistema, y es a través de esta noble actividad que tiene lugar su propio proceso evolutivo. Se nos dice que no existe lago, montaña, aldea, casa, sección del océano, e incluso árbol o arbusto, que no tenga su propio deva animando la vida en ellos existente.
Los hay cuyo trabajo consiste en la formación de vetas minerales en la tierra. Se nos dice que los metales nobles hallados en ciertas regiones del planeta han sido materializados por devas especializados en este tipo de actividad. Geoffrey Hodson dice haber observado clarividentemente un grupo de tres devas aparentemente suspendidos en el aire sobre una montaña a buena altura y proyectando un rayo de luz dorada como fuerza productora de oro, la formación de una veta del precioso metal empezando distinguirse varios metros bajo la superficie de la tierra.
La observación clarividente de devas coincide en afirmar que sus cuerpos tienen un aspecto transparente, dando la impresión de estar hechos de substancia ígnea. Resulta posible observarles cuando están inmóviles, pero cuando están en movimiento, su cuerpo pierde definición transformándose en un borrón luminoso como una neblina en desplazamiento.
La Jerarquía Angélica.
De acuerdo a Santo Tomás y la tradición cristiana, existen nueve órdenes Angélicas reconocidas y estructuradas en tres Jerarquías, a saber:
1. Serafines, Querubines y Tronos;
2. Dominaciones, Virtudes y Potestades; y
3. Principados, Arcángeles y Ángeles.
Los integrantes de estas Jerarquías llevan a cabo las siguientes funciones en los respectivos campos de actividad:
Tronos: Representan la función de liderazgo, la Voluntad Universal en acción, siendo éste evidentemente el grupo angélico más elevado de aquellos que trabajan en nuestro sistema solar.
Serafines: Representan el Amor Universal, la cohesión de la fuerza centrípeta en acción.
Querubines: Representan las funciones del análisis y la multiplicidad, la Mente Universal en acción, el Espíritu de la Naturaleza que incluye a los devas de Nuestra Señora (La Madre Divina) cuyo “departamento” – si se nos permite tal definición – representa el aspecto femenino de la Naturaleza, la Maternidad de la vida.
Dominaciones: a estos devas se les conoce como los “Agentes de Oferta y Demanda”, y representan la economía de la Naturaleza. Son responsables por la exacta distribución y apropiada utilización de la energía que anima el universo.
Principados: son los devas que gobiernan áreas, provincias, naciones. En este sentido, se nos dice que la totalidad de la raza humana se encuentra presidida por un elevadísimo arcángel cuyo trabajo se realiza a través de los llamados “Ángeles de las Naciones”. Estos son en realidad poderosos arcángeles que representan y animan la consciencia de cada nación establecida en la Tierra, guiando su evolución y desarrollo mediante la supervisión de su karma y su dharma. Son ellos los que actúan sobre líderes políticos, inspirándolos a tomar decisiones que aseguren el cumplimiento del destino de cada país, estimulando su proceso evolutivo hasta donde la Ley cósmica lo permite.
Potestades: estos devas son los reguladores de la Ley de Causa y Efecto y de la transmutación del mal en bien. Se les conoce también como los Señores del Karma. Están encargados de mantener el apropiado equilibrio entre el bien y el mal en la vida humana y también de la preservación de la armonía planetaria.
Virtudes: trabajan con los aspectos concretos de las materias astral y mental.
Arcángeles: son los “oficiales ejecutivos” en la administración cósmica en ciertos aspectos, especialmente en lo que se refiere al reino animal y sus variadas especies.
Ángeles: son esencialmente habitantes del plano astral, y su función principal tiene relación con las evoluciones de los reinos humano y vegetal. Su propia evolución ocurre como resultado del servicio que prestan a estos dos reinos.
Aunque los nombres de las entidades en esta clasificación de nueve tipos provienen de la tradición judeocristiana, la tradición oculta en general confirma esta estructura jerárquica aunque los nombres difieren en otras escuelas y religiones de acuerdo con los diferentes idiomas.
Devas especializados.
Existe, se nos dice, un buen número de devas cuya labor puede calificarse de altamente especializada. Y aunque en un texto básico como éste es imposible mencionarlos a todos, bien vale destacar la labor de cierto ángel conocido como el deva constructor de la forma humana. La idea habitual apoyada por la ciencia tradicional es que el embrión humano se desarrolla por sí mismo dentro de la matriz de la madre bajo el impulso químico provisto por ésta. En teosofía, en cambio, se nos dice que nada en el universo ocurre por sí mismo cuando se trata de la construcción de una forma. En lo que respecta al embrión humano, la observación clarividente de Geoffrey Hodson y otros, nos dice que en el momento de la concepción, un deva especializado coloca el átomo permanente del individuo que se apresta a encarnar en la nueva célula recién formada por el espermatozoide y el óvulo, conocida como el “zigote”. La presencia de este átomo vivificada por la corriente egoica que sobre él desciende (es decir, la energía creativa microscópica de la “palabra-fuerza”) entrega a la célula doble del nuevo organismo su apropiado ímpetu biológico; puesto en otras palabras, la hace crecer al impulso de la “Palabra” o sonido creativo. Con esta energía creativa proyectada a través del átomo permanente y la célula doble o zigote, se producen cuatro reacciones. No está dentro del contexto de esta lección comentar sobre tres de éstas, pero Hodson dice lo siguiente respecto a la cuarta:
“La cuarta reacción en los efectos del proceso de germinación, es la llamada de los Devas Constructores de la forma humana. El tipo de deva que acude al llamado depende de las características de la resonancia del sonido emitido. Elementales constructores también escuchan el sonido y acuden presurosos porque están entonados con el tipo de vibración tonal emitida por el individuo que va a reencarnar. Al arribar al lugar de la escena, penetran su esfera de influencia encontrándose en una atmósfera que les es congenial porque está regida por el acorde inherente al individuo. Los elementales proceden entonces instintivamente a absorber y especializar materia, para subsiguientemente irla añadiendo al embrión en desarrollo”.
Este tipo de observación, confirmada por otros clarividentes, describe en consecuencia la mecánica de la concepción y desarrollo fetal del cuerpo humano, proceso ignorado por la ciencia médica y por la mayoría de los seres humanos. Se nos dice que el deva principal cuenta no solo con la colaboración de elementales en este trabajo, sino también la de dos devas adicionales con los cuales se va estructurando el cuerpo del feto utilizando como guía las característica del molde etéreo determinado por los Señores del Karma en consonancia con la situación kármica que el individuo se ha labrado en previas encarnaciones.
Los elementales que colaboran en esta extraordinaria labor, lo hacen de manera instintiva y bajo la dirección de los devas. Estos, en cambio, realizan el trabajo desde su elevado estado de consciencia, guiados por el amor y el deseo de colaborar con el Plan Divino.
Mucho más puede decirse, por cierto, acerca del maravilloso Reino Dévico, también conocido como El Reino de los Dioses por aquellos que han tenido el singular privilegio de observarlo de manera clarividente. Información más detallada podrá encontrarse en la literatura recomendada al final de esta lección.
¿Es sensato creer en la existencia de los ángeles como seres reales? Para aquellos que creen en la realidad de la evolución evidentemente lo es. No carece de lógica suponer que así como existen reinos menos evolucionados que el humano, también debe haberlos más avanzados. El reino dévico es un reino más avanzado que evoluciona paralelamente al reino humano y que colabora con la evolución de éste último.
Concluimos citando una vez más a Leadbeater: “Existe entre la gente común gran confusión respecto a los ángeles. La sola idea de la realidad de su existencia es algo tan hermoso y poético, que la mayoría de las personas tiende a considerar tal realidad solo como poesía. Se habla acerca de estos magníficos Seres con la misma idea con que se habla de cuentos de hadas: muy hermosos, pero no reales. Nada puede estar, sin embargo, más lejos de la verdad que semejante conclusión. La gloria radiante de los Seres Angélicos es mucho más real que todo lo que existe en el plano físico. Más aún, si hemos de comparar sus cuerpos y los nuestros, los de ellos son mucho más reales y de mucha mayor duración, ya que estas nobles entidades viven una vida mucho más larga, mucho más vívida y en un estado de consciencia mucho más elevado que el que nosotros ostentamos en este nuestro mundo físico”.
* * *
Bibliografía
-El Reino de los Dioses, por Geoffrey Hodson
-Devas y Hombres, por el Southern Group of Theosophy, Robe, Australia
-El Plano Astral, por C.W. Leadbeater
-Un Tratado Sobre Fuego Cósmico, por Alice Bailey
Preguntas a responder
1. ¿Qué significa la palabra “deva”?
2. ¿Qué se entiende por “Jerarquía Angélica”?
3. ¿Cuál es la relación entre el reino dévico y el reino humano?
4. ¿Qué son los elementales? Explique el origen de tal nombre.
5. ¿En qué consiste la labor de los elementales con respecto al reino humano?
6. Explique la diferencia entre devas y elementales.
7. Describa la variedad de elementales conocidos.
8. Describa la variedad de devas y sus funciones.
9. Explique la diferencia entre el aspecto de los cuerpos de los devas y el cuerpo humano.
10. Explique porqué es sensato suponer que el reino dévico constituye una realidad.
Comentarios
Publicar un comentario