"Curso Introductorio a la Teosofía" (23) Tema 10: La Mente y el Plano Mental - 3

Las dos Regiones.

El Plano Mental está dividido, al igual que el resto de los siete planos, en siete divisiones o sub-niveles. Las cuatro inferiores agrupan lo que se conoce como la Región Mental Concreta o Devachán; las tres superiores constituyen la Región Mental Abstracta o Conceptual. La materia sutilísima que compone el único vehículo permanente del Alma a través de todas sus encarnaciones, su Cuerpo Causal, proviene de esta región, y es en ella donde el Alma encuentra el descanso necesario entre una encarnación y otra para proveerse de la energía requerida para enfrentar un nuevo encarne, una nueva vida física.

El Alma ingresa a la Región Abstracta después de haber perdido, uno por uno sus vehículos físico, astral y mental concreto, y después de haber sintetizado en la región concreta todo el conocimiento adquirido durante la encarnación ya concluida. Esta es, se nos dice, la verdadera morada del Alma, el plano en donde encuentra su verdadera expresión, despojada de los aspectos inferiores impuestos por la personalidad, que es la suma de los tres vehículos antes mencionados. Allí experimenta una felicidad y un éxtasis imposibles de describir en palabras. Se trata de una experiencia verdaderamente sublime, que difiere del cielo mencionado por algunas religiones sólo en que se trata de un estado temporal y de ninguna manera eterno. El Ego todavía no se ha ganado su derecho a la felicidad eterna, quedándole aún bastante por aprender, razón por la cual tendrá que volver a encarnar, abandonando así aquella morada feliz para rodearse nuevamente de campos de energía (cuerpos) que le permitirán continuar su aprendizaje a través de la experiencia en los planos inferiores.

Los Arquetipos.

La Teosofía nos dice que es en la región del pensamiento abstracto donde las ideas germinan. Por su parte, la región del pensamiento concreto entrega la materia mental concreta para vestirlas y producir las formas de pensamiento correspondientes. Por vía de ejemplo, supongamos que alguien decide encargar a un ingeniero mecánico la fabricación de un automóvil. En tal caso, lo primero que el ingeniero tendrá que hacer es imaginar el automóvil, o mejor dicho, el concepto de un vehículo automotriz. Para ello debe pensar, utilizando materia mental abstracta o conceptual. Una vez que logra tener el concepto claro, diseña en su mesa de trabajo la forma y especificaciones concretas del automóvil, para lo cual utilizará materia mental concreta. Logra de este modo que la idea abstracta original, tome forma concreta, aunque solo sea en la imagen bidimensional del dibujo. Para que la actual realidad física del vehículo tenga lugar, deberá enviar el dibujo a la fábrica que, una vez en posesión de los materiales necesarios, procederá a construirlo bajo las especificaciones dadas. He aquí un ejemplo claro para ilustrar la idea de que todo aquello que está manifestado en el mundo físico tiene que manifestarse primeramente en el mundo mental. Antes de que algo se transforme en realidad física debe ser primeramente pensado, ya sea por la Naturaleza o por el hombre.

De lo anterior puede colegirse que, cuando pensamos, estamos utilizando materia mental, y así como no existe automóvil, casa o ningún otro objeto físico que pueda ser construido sin plan o diseño previo, todas las criaturas y objetos existentes en el mundo físico tienen también cada una su diseño o plan previo que les otorga sus características propias, desde una molécula hasta una montaña, desde la ameba hasta el cuerpo humano, desde el humilde musgo hasta la flor más colorida, perfumada y hermosa, y en fin, toda forma en la infinita variedad existente en la naturaleza. Este postulado nos lleva a la idea de los arquetipos.

Cuando observamos la semilla de una encina, rara vez se nos ocurre pensar que para que ésta se transforme en aquel árbol tiene que contener en sí una idea germinal, un plan en base al cual el árbol ha de tomar su forma. Cuando el árbol crece, lo atribuimos a lo que llamamos “las leyes de la Naturaleza”, pero no nos detenemos a considerar la mecánica del proceso o el maravilloso hecho de que en una semilla tan pequeña exista el plan de un árbol de gran tamaño y hermosura. Aquel pequeño plan contenido en la semilla como idea germinal, es lo que en ocultismo se llama un arquetipo o modelo.

Los autores de estos arquetipos – y en la infinita variedad de la naturaleza nos es dado observar millones de ellos – son ciertas elevadas Inteligencias de tipo angélico. Estos grandes Seres se especializan en cada una de las cuatro divisiones de la región concreta del plano mental, a saber:

4a. División = Fuerzas Arquetípicas y Mente Humana
3ª. División = Arquetipos del Deseo y la Emoción
2ª. División = Arquetipos de la Vitalidad Universal
1ª. División = Arquetipos de la Forma

De esta clasificación puede colegirse que los arquetipos no existen solamente en lo que respecta a las formas sino también en lo que respecta a los procesos mentales (porque hay que imaginar primeramente lo que deseamos crear); las emociones y deseos (porque necesitamos desear para concretar nuestra creación); y la vitalidad (porque diferentes formas requieren diferentes características para que la Vida Una pueda expresarse a través de ellas).

La Región Causal del Plano Mental es, se nos dice, la verdadera morada del Ego espiritual humano, aquella desde donde éste trata de gobernar el desempeño de los cuerpos que componen su personalidad para así procurarse las experiencias necesarias en relación con su evolución. Al producirse la encarnación el Ego trata de concentrar sus energías sobre estos vehículos. El resultado es lo que llamamos “conciencia” manifestándose a través de ellos.

La meta evolutiva del Ego se logra entonces a través de la subyugación de la personalidad mediante el control total de los vehículos que la componen. Como ya dijimos, esta no es una tarea fácil, pero eventualmente el Ego logra triunfar, desarrollando gracias a tal esfuerzo el poder de su voluntad, su inteligencia su intuición y su capacidad de amar impersonalmente, virtudes que distinguen al Adepto, al ser humano ya perfeccionado que no precisa volver a encarnar.

Aspecto del Plano Mental.

No existe forma alguna de poner en palabras la inenarrable belleza del plano mental. Todo aquello, y mucho más de lo que observamos en la vida física puede ser observado allí también, solo que aparecerá mil veces más vital y hermoso de cómo se ve el mundo físico. Es un mundo de gran colorido y luz, representando además un estado de bienaventuranza y felicidad imposibles de encontrar en los planos inferiores. Es la puerta que nos abre camino hacia el plano Búdico, más elevado y más hermoso aún, y más cercano a nuestra morada divina definitiva.

Antes de concluir esta lección, es necesario recordar al estudiante que cuando se habla de “planos”, “mundos”, “divisiones” y “regiones”, no debe pensar en éstos como lugares separados en el espacio, sino como esferas que coexisten y se compenetran. Esta compenetración de diferentes tipos de materia es posible debido a la gran diferencia en frecuencia vibratoria de los átomos que las componen. De modo similar a como la arena, el agua y el aire forman el contenido de una vasija sin que ello cambie las características de estos elementos, de igual manera la esfera de materia mental compenetra las esferas de materia astral y física de nuestro planeta, coexistiendo con ellas.

Siguiendo el viejo axioma oculto “como arriba, así es abajo”, al igual que el ser humano, nuestro planeta, que es un ser vivo, tiene un cuerpo físico, un cuerpo astral, y un cuerpo mental, la diferencia con el ser humano está dada es que estos “cuerpos” planetarios son de forma esférica. Las otras cuatro esferas que completan las siete de la Tierra, forman parte de un estudio oculto más avanzado.

Pero, para dar una idea más clara del esquema de la estructura universal diremos que la esfera de la Tierra que llamamos Plano Búdico, su cuarta esfera, es tan grande que contiene en sí a todos los planetas de nuestro sistema solar; la esfera Atmica contiene en sí a todos los sistemas solares, y éstas dos esferas son a su vez parte de un plano o esfera mayor, la Monádica, todas las esferas Monádicas estando contenidas por la esfera o Plano Cósmico Adi, el Mundo Divino.

Preguntas a responder:

1. ¿Qué se entiende por Mundo del Pensamiento?
2. Describa las divisiones y regiones del plano mental.
3. ¿Qué papel desempeñan las dos regiones del Plano Mental?
4. ¿Qué es el Cuerpo Causal?
5. ¿Qué se entiende por Arquetipos?
6. ¿Cuál es el objeto del paso del Ego por el Plano Mental?
7. ¿Qué es el Devachán?
8. ¿Qué se entiende por Plano Causal?
9. Explique la relación del Ego Espiritual o Alma con sus vehículos Mental, Astral y Físico.

Bibliografía:

-El Cuerpo Mental, por A.E. Powell
-El Cuerpo Causal y el Ego, por A.E. Powell
-El Poder del Ahora, por Eckhart Tolle




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